Ponerse en la piel del otro no siempre es fácil. Por ello, si tu salud auditiva está en buen estado, probablemente sean pocas las ocasiones en las que sepas detectar qué situaciones son más complicadas para las personas sordas.
Podemos estar conscientes de cómo se debe actuar cuando estamos ante una persona con discapacidad auditiva:
- Asegúrate de captar su atención antes de empezar a hablarles. Prueba a mirarles a los ojos.
- Utiliza siempre un lenguaje que sea sencillo y directo, vocaliza correctamente pero nunca exageres.
- Intenta no gritar. Aunque no lo creas, así puedes conseguir un efecto contraproducente y es que, cuando gritamos, nuestro rostro se crispa y nuestro interlocutor puede entendernos mal.
- También es importante que no hagas movimientos que impidan la lectura labial, como girar la cabeza o dar la espalda.
- Siempre será de ayuda que en tus comunicaciones te apoyes en gestos sencillos, demostraciones visuales e incluso en la escritura.
- Por último, si utilizas un intérprete de lengua de señas, dirígete siempre a la persona con discapacidad y no al intermediario.
Fuente: Audifón